Rock against racism

En la dorada década de los 70, tras la eclosión hippie de los años 60 ,buena parte de los grupos y artistas defendían posturas políticas de izquierda ( desde los siempre activistas Crosby, Stills, Nash &Young, hasta Jackson Browne o Bruce Springsteen). Pero en el Reino Unido por aquellos años se producía una eclosión de los movimientos racistas y fascistas británicos, comandados por el National Front, bajo el lema de “Keep Britain White”. Precisamente este grito de guerra fue pronunciado por “Mano lenta” Eric Clapton, en un controvertido concierto en Birmingham, según algunos bajo el efecto de el alcohol. En dicho concierto Clapton hizo propaganda política a favor del conservador Enoch Powell, defensor de medidas racistas para mantener el Reino Unido blanco como la leche. Las críticas a Clapton fueron inmediatas, puesto que toda la música que él amaba era más negra que la pez. En el inolvidable The New Musical Express, le preguntaban: «vamos Eric, la mitad de tu música es negra. Entonces, ¿Quién mató al sheriff?» ( I Shot the sheriff había sido el primer pelotazo de Clapton, una versión de la canción de Marley).Clapton siempre se defendió diciendo que en aquella época no tenía ni idea de política, aunque mantuvo siempre su apoyo al conservador Powell.
Para acabar de liarla parda, otro artista de la pista, David Bowie, insistía por aquella época en que Gran Bretaña estaba preparada para tener un líder fascista, y consideraba que Hitler había sido la primera estrella del rock’n roll . Ignoramos si estas opiniones eran resultado de algún extraño efecto de las múltiples sustancias que recorrían alegremente su cuerpo o era cosa de su propio y lastimado cerebro.
Por aquellos años se producía a la vez la eclosión del punk , de la mano de algunos grupos que tonteaban con la simbología nazi en sus indumentarias y conciertos ( como los propios Sex Pistols).
Puestas así las cosas, la reacción no se hizo esperar, con la activa participación de un médico general británico, troskista, escritor y periodista radical que respondía al nombre de David Widgery. Aunque la idea inicial era organizar un único concierto contra el racismo, Widgery tenía en la cabeza la conformación de un movimiento mucho más amplio, en el que pudieran participar músicos, escritores, poetas, y artistas. Así nació Rock Against Racism (RAR) en cuyo seno se empezó a editar un fanzine ( Temporary Hoarding que llegó a salir a la calle en 14 ocasiones). En su segundo número el propio Widgery entrevistaba a un Johnny Rotten ( de los Pistols) no muy convencido de la utilidad de la implicación política. En el primer concierto en el East end participaron grupos como los Buzzcocks, Generation X o Paul Robinson además de los Clash ( por cierto muy recomendable la reseña que sobre ellos hacía Diego Manrique en el Pais que me pasó mi amigo Mañez) . Posteriormente se celebraron otros dos conciertos , uno en el Sur de Londres ( con un jovencito Elvis Costello detrás) y el último en Manchester, (con Graham Parker entre los artistas invitados)
Ya entonces se consideraba que el mensaje anti-racista de una banda de rock era mucho más potente que el de cualquier político apasionado. El RAR resucitó a finales de la pasada década. Pero de la apatía dominante ante un mundo que se resquebraja tampoco se libra el rock’n roll

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